Se estrenó en Netflix la tan esperada película de Antonio Campos, The Devil All the Time, y las críticas no tardaron en caerle, no tan duramente, pero cayeron y si bien desmotivan a los lectores y lectoras desprevenidos, no hieren de muerte las ganas de verla a su pesar.
La historia se desarrolla en el profundo Estados Unidos de mediados del siglo pasado, donde Arvin, en diferentes tiempos históricos, es protagonista de crueles y oscuros rituales tiñen al relato de una sordidez para algunos críticos exagerada y sin respiro.

Según ellos y ellas, la expectativa puesta en su gran elenco, en la dirección, en los costos de producción y en el prestigio de la novela original no se colma con el film, más bien, en palabras de alguno de ellos, frustra.

Que no nos desanimen. Ahí está a la vista de quienes pueden pagar Netflix un esperado estreno que no debemos dejar de ver. No porque haya que desoír las críticas de nadie, sino porque la mejor manera de ver cine, es verlo.