El ambicioso proyecto de SpaceX, Starlink, promete llevar internet satelital de hasta 1gb a todos los rincones de la tierra. Para esto, la compañía de Elon Musk tiene una constelación de 180 satélites orbitando nuestro planeta. Para conseguir su cometido, Starlink quiere lanzar 42.000 satélites durante los próximos 10 años, esto es unas 20 veces más que el total de satélites activos en el espacio.
Aunque las posibles consecuencias de esta nueva constelación todavía son un misterio, la comunidad de astrónomos ya está en pie de guerra, ya que los satélites de Starlink presentan una amenaza para el desarrollo de su trabajo. Los satelites contaminan el cielo nocturno y el reflejo lumínico de estos obstaculizan notoriamente la posibilidad de ver las profundidades lejanas del universo.

Los satélites de Starlink reflejan la luz del Sol más allá del atardecer, y al orbitar muy cerca de la Tierra (unos 550km) son más visibles que los satélites de órbita más lejana. Si bien los satélites que orbitan la tierra a mayor altura también pueden brillar, la baja altura y la orientación de los Starlink los hace particularmente brillantes.
Otra preocupación que surge es la organización del tráfico en una órbita ya bastante congestionada, donde los objetos en órbita se mueven a miles de kilómetros por hora. No hace mucho, uno de los satélites de Starlink casi colisiona contra un satélite meteorológico (desconectado actualmente) de la ESA. Agregar esta enorme cantidad de nuevos satélites aumentará drásticamente el riesgo de colisión y los lanzamientos espaciales serán cada vez más problemáticos.
Elon Musk intentó aplacar las preocupaciones de los astrónomos, y afirmó que los próximos satélites Starlink estarán cubiertos por una capa oscura que evitará el reflejo y la contaminación visual. De todas formas, las preocupaciones siguen apareciendo y nadie realmente sabe cual será el impacto final del mega proyecto de Starlink. Internet satelital para todo el planeta, ¿pero a que precio? Solo el tiempo lo dirá.