La noticia
La noticia es que Laurence Fishburne dijo que no participará de Matrix 4 porque, sencillamente, nadie lo invitó. Pero una noticia es como un eslabón en una cadena de noticias. A veces no se sabe qué eslabón es más importante. Quizás, en este caso, los dichos de Fishburne sean un camino hacia una noticia mejor: se está rodando Matrix 4. Porque, ¿lo sabíamos? Bueno, para eso están las noticias.

La no noticia
Por el momento no hay nada claro respecto al argumento de la nombrada por los medios “Matrix 4“, porque, a ciencia cierta, nadie sabe cómo se va a llamar. Se especula -y que el viejo Morpheus no participe de la nueva entrega apoya la teoría- en que se trate de una precuela, esa moda del siglo XXI de no dejar atrás a sus buenos (y malos) hitos culturales, sino construir sus pasados para arrojarlos un poquito más hacia adelante. Al menos eso intenta mucho cine. Otro extiende sagas hacia el infinito (tampoco se niega que lo de Lana Wachowski, una de sus creadoras, a cargo de esta nueva entrega, sea el caso), quizás ante la incapacidad de dejar lo hecho como hecho en un mundo que se deshace.
La matrix dentro de la noticia
La cosa es que se está rodando una nueva parte de Matrix y que, para quienes vivimos en la carne aquellos finales de los 90’s esperando el estreno de la siguiente, no es un hecho menor. Quizás tampoco sea un hecho mayor. A lo mejor es, simplemente, una buena chance para que nuevos espectadores y espectadoras puedan ver aquellas tres anteriores y juzgarlas como hicimos nosotros. Decir, ¿porqué hicieron esto con la dos? ¿Por qué hicieron la tres?
Googlear Matrix y encontrarse por primera vez con Neo, Trinity, Morpheus, Smith, el tatuaje del conejo blanco, Keanu Reeves en un papel respetable, Carrie-Ann Moss vestida de cuero, las hermanas Wachowski, cosas con las que nosotros nos encontramos pero antes cuando no había esto en lo que navegamos ahora. Podríamos pensar, tal vez, que algo vieron las Wachowski, algo que ya por 1999 estaba en el aire, en los cables, en las precarias formas inalámbricas que sacaban la cabeza a la vida, en los terribles derrumbes políticos que se fueron dando en algunas sociedades, en la desazón filosófica de los que andábamos por un mundo que colapsaba y que sigue colapsando pero distinto. Neo eligiendo pastilla, Trinity y sus saltos de flecha, los anteojos de Mr. Smith, los de Morpheus y su confianza, la primera Matrix. Esa, esa desde la que ahora vuelven, al menos, Keanu Reeves y Carrie-Ann Moss a reeditar no se sabe bien qué.

Pero eso es la segunda noticia nomás. Vayamos para atrás, para adentro, volvamos a ver la primera, la segunda, invitemos a pequeños y pequeñas millenials y centenials a que las miren y se pregunten mejores cosas. O que nos las tiren por la cabeza.
Y nosotros, y nosotras, a pesar de las decepciones y del tiempo, sentémonos a esperar, que falta poco.