¿Puede descansar un hombre que observó con sus propios ojos, paisajes galácticos de increíble belleza? ¿Que vio desaparecer una civilización entera ante la inevitabilidad de la Sinfónica Universal, después de haber vivido más de 50 años como parte de esa sociedad en solo 25 minutos? (The Inner Light, s05e25) ¿Guardar en su memoria la aniquilación de la flota estelar, por obra de sus conocimientos de estrategia de esa misma flota, como Locutus, el Borg, en Wolf 359? (The Best of Two Worlds, s03e26, s04e01) ¿Contener en su memoria los recuerdos y experiencias del célebre embajador vulcano Sarek, incluso sus reprimidos sentimientos? (Sarek s03e23) ¿Ver la inminente destrucción del Orgulloso Imperio Romulano por una Supernova y solo poder evacuar una parte de su gente? ¿Cómo un hombre así, va a querer abandonar el juego? Hace tiempo para que no acabe jamás.
Esa es, a mi entender, la premisa de Star Trek: Picard. Y lo deja claro en la primer escena, ese sueño en el teen forward de la Enterprise NCC 1701-D, en un juego de poker mano a mano con Data. Picard despierta, Almirante, ya retirado por diferencia ideológica con la Federación, pasando sus días en su viñedo de La Barre, Francia, acompañado por su perro “Number One”. Picard, de 92 años, vive retirado cuidando sus viñedos que supo cultivar su familia por generaciones, y sueña recurrentemente con Data, el androide positrónico que fue su oficial, su amigo, y sacrificó su vida para salvarlo.

Esta serie está ambientada 18 años después de la última aparición de Jean-Luc Picard en Star Trek: Nemesis (2002), y encuentra al personaje profundamente afectado, aun, por la muerte de Data ocurrida en dicho film y la destrucción de Romulus, evento narrado en Star Trek (2009) de J.J. Abrams.
A diferencia de Star Trek: Discovery, la que era la más reciente entrega de la marca Star Trek, que cuenta con la libertad de crear una historia original con nuevos personajes, Star Trek: Picard deberá revelarnos una aventura única sobre un personaje muy conocido, y aprovechar la reverencia y nostalgia que todos los fans tenemos por él, haciendo brillar de nuevo el universo Trekker que llegamos a amar.
No esperen batallas espaciales alimentadas con adrenalina. Es un viaje más introspectivo (la forma de alargar el final del juego). Se puede ver en le tailer que habrá cameos interesantes.
Ciertamente, el paso al que avanza la narración es novelístico: todo el primer episodio no sería más que el prólogo de un capítulo de Star Trek: La Next Generation. Tal como pasaba allí, Stewart eleva el material que le toca: los diálogos sobre cerebros positrónicos en su voz suenan graves y naturales sin esfuerzo, mientras que en sus interlocutores parecen infantiles y forzados.
Los dos primeros episodios fueron dirigidos por Hanelle Culpepper, quién ya hizo lo propio con algunos de Star Trek: Discovery, siendo la primera mujer en dirigir un piloto de de esta franquicia en sus 53 años de historia.
Star Trek: Picard se estrenó el 23 de enero de 2020 en CBS All Access en Estados Unidos y Amazon Prime Video en el resto del mundo. La serie está estrenando un episodio a la semana. La primera temporada de Star Trek: Picard cuenta con 10 episodios y ha sido renovada para una segunda temporada.
Star Trek: Picard, me emociona su lanzamiento y las nuevas aventuras que le esperan al capitán Jean-Luc Picard.