La última entrega de los premios Emmy ha decidido premiar en varios rubros a una serie de HBO que pone la mirada sobre una familia dueña de un gran monopolio empresarial y sus avatares: ‘Succession’, un creciente éxito de la cadena de streaming que ya va por su tercera temporada.
Más allá de la calidad de la serie, no resulta extraño. Resulta que, a veces lateralmente, otras con una ubicación más central, sobre todo en algunas entregas del denominado Nordic Noir, la temática empresarial y sus injerencias en la vida social y política de los estados en los que se sitúan, ha cobrado relevancia.
Cine y capitalismo

Y no es extraño, en este mundo súpercapitalista, en el que los poderes políticos no sólo se han ubicado claramente en esos lugares de concentración económica, sino que también han comenzado ha prescindir de los artilugios estatales para imponerse en la cultura.
‘Succession’ se centra en el seno de los problemas de sucesión y herencia de una familia que dirige un gran conglomerado empresarial. Los conflictos internos y las psicologías perversas de los integrantes dejan lugar suficiente en la trama para reflejar lo que en conjunto pueden influir con sus acciones legales e ilegales en la dinámica de la sociedad.
Una serie para estos tiempos. Otra.